¿En dónde estás poniendo tu atención?

Jun 09, 2022

Apostaría a que todos, en alguna ocasión, nos hemos pegado en el dedo chiquito del pie con la esquina de la cama o de otro mueble. Es un dolor tan infernal, que hasta nos quita la respiración. Incluso duele tanto, que por unos segundos creemos que se nos va caer el pie. Después de unos minutos, y a menos que el dedo se haya fracturado, el dolor disminuye. Entre más rápido logremos ocupar la mente en cualquier otra cosa que no sea el dedito, más rápido mejora la molestia. 

Suena lógico que si uno se enfrasca en el dolor y en el dedo, la recuperación será más lenta y el sufrimiento más prolongado. Este es un ejemplo trivial, pero creo que describe muy bien la forma como muchos actuamos en nuestra cotidianidad. Cuando tenemos un problema de cualquier índole -de trabajo, familiar, de pareja-, pensamos erróneamente que si le dedicamos nuestra atención absoluta, lo solucionaremos más rápido. En efecto… ¡es todo lo contrario!

No digo que no dediquemos tiempo ni energía a buscar soluciones a esos “obstáculos”. Lo que creo es que si nos enfocamos exclusivamente en los problemas o en las deficiencias, eso es lo que consumirá nuestra mente.

Hay una verdad que considero absoluta, y entre más rápido tengamos consciencia de ella, más felices seremos en la vida: “Somos los creadores de nuestra realidad”. Lo que consume nuestra mente, controla nuestra vida. Si nos despertamos y lo primero que pensamos es en la falta de plata, las cuentas por pagar, el trabajo ‘jarto’, la pareja aburrida o la situación tan miedosa del país y del mundo, eso es lo que nos va a regir el día y, en ultimas, la vida. Estos miedos, estos dolores, estas rabias y estas carencias serán el motor de cada una de nuestras decisiones y actitudes frente a cada situación que afrontemos.  

Si ponemos nuestro foco en lo que nos falta, y no en lo que tenemos, siempre estaremos en escasez. Si nuestro centro es lo negativo y todo lo malo que nos rodea, eso será lo único que seremos capaces de ver. Si nos concentramos en los defectos de nuestra pareja, jamás seremos conscientes de sus virtudes. Si solo resaltamos las deficiencias de nuestros hijos, no podremos gozarnos sus ocurrencias originales. Si nos concentramos en nuestras falencias como seres de carne y hueso, jamás lograremos querernos y aceptarnos como seres divinos. Si centramos nuestra atención en las atrocidades humanas que ocurren a diario en el mundo, no encontraremos la fortaleza para generar paz y tener goce en nuestros hogares. 

Es imposible llevar una vida positiva si nos consumen los pensamientos negativos. No hay lugar a ser constructivo si nuestra mente es destructiva. La decisión es nuestra y de absolutamente nadie más. Esta semana los reto a que analicen aquello que les está rondando en la cabeza… su felicidad depende de ello.



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