No respondas en piloto automático.

Apr 03, 2022

Hoy quiero reflexionar con un ejemplo que me gusta mucho.

Ejemplo 1: El hijo le dice a la mamá: “El viernes tengo una fiesta donde Pablo y me gustaría ir”. La mamá le contesta: “Ese Pablo no me gusta, seguramente se van a comportar mal. No puedes ir a la fiesta”.

Ejemplo 1:  El esposo le dice a su esposa: "Mi amor, me gustaría hacer un almuerzo con mis amigos, pero sin esposas". La esposa le responde: "Quién sabe de qué van a hablar o qué van a hacer... por algo no quieren que vayamos. No quiero que lo hagas".

Estos son dos ejemplos que creo son comunes y corrientes. Apostaría a que en algún momento, como padres de familia o como pareja, los hemos vivido. Nos cuentan algo y en menos de lo que se demora la frase en llegar a nuestros oídos, ya hemos diagnosticado y juzgado la situación.

En el primer ejemplo, asumimos que como Pablo no nos gusta, una fiesta en su casa implica que nuestro hijo tendrá un mal comportamiento. Y en el segundo, por el sólo hecho de no querer invitarnos a un almuerzo con sus amigos, damos por sentado que nuestro esposo hará algo indebido.

Qué pasaría si nuestra primera reacción cuando nos preguntan o nos cuentan algo sobre un tema sensible, en lugar de llegar a conclusiones inmediatas como en ‘piloto automático, hacemos un alto, respiramos y nos cuestionamos: “¿Y si yo NO tengo la razón?”.

Si contemplamos la posibilidad de estar equivocados en nuestras apreciaciones, podremos responder de una manera más constructiva y reflexiva. Incluso vamos a tener cabeza para seguir indagando y confirmar con argumentos si nuestra premisa es certera o no.

Hoy te planteo que para tener relaciones más tranquilas y amorosas, contemples la posibilidad de estar equivocado.

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